tu obra desde arriba? En gesto adusto, David dirige sus ojos a Roma pero el ceño fruncido titubea cuando, Roma le devuelve la mirada en cálida bienvenida. Manos herejes, sin alcurnia ensedan rulos de mármol hasta distinguir la delgadez de cada hebra castaña o cana entre dedos hechiceros. Y la desproporción que tanto te han criticado, Miguel se corrige con el primer insuflo de vida boca a boca.
Comentarios
Publicar un comentario