Las aventuras de Victoria Mondieu y Julio Pelicorti IV
Se conocieron al entrar a la facultad. Cuando Victoria Mondieu, hija de clase media intelectual, empezó a tener sentimientos por Pelicorti, a modo de defensa, le advirtió que era filofóbica. Pelicorti, de casa obrera (camino a tener el primer título universitario de la familia), nunca había escuchado esa palabra. Hacía un esfuerzo doble para acostumbrarse a la jerga universitaria (por el peso del mandato familiar y porque ella le encantaba), entonces, tímidamente, le preguntó:
—¿Qué querés decir?
—Que me cuesta confiar en las personas y les busco defectos inexistentes para no enamorarme.
—En mi barrio le decimos cobardía. No te preocupes, si tenés ganas, lo podemos intentar. Vos ponés las palabras difíciles y yo, el coraje. Y, cuando empieces a creer, hacemos al revés.
Comentarios
Publicar un comentario